Washington Irving ha sido admirado durante mucho tiempo por sus escritos sobre la historia y la tradición norteamericanas, pero su trabajo sobre temas islámicos, en particular sus estudios sobre la España islámica, merecen un reconocimiento más amplio. El autor visitó Granada por primera vez en 1828 y volvió a visitar la ciudad muchas veces, vivió dentro del recinto de la Alhambra y tuvo acceso a los numerosos documentos históricos que allí se guardan. La Alhambra es un estudio más personal que refleja el encanto del autor con los esplendores del palacio y su conocimiento íntimo de la historia de los musulmanes en España.